Audiorrelato Andinoamericano: El Chingo negro (Costa Rica)
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La
historia relata que hace algunas décadas atrás, en Guanacaste, en una de las
haciendas existentes en el lugar; vivió un Mandador. Este era una persona
reacia a creer en nada que tuviera algún significado religioso a diferencia de
los demás empleados de la hacienda.
Un
día, mientras se hallaban en celebración del Viernes Santo, el Mandador llamó a
los Sabaneros para dirigirse a recoger un ganado como lo hacían siempre. Sin
embargo, estos, al estar tan apegados a las creencias religiosas y, siendo muy
respetuosos hacia ese día “santo” decidieron que no era correcto hacerlo ya que
temían que algo malo les sucediera por cometer tal acto impropio;
responsabilizándolo de cualquier cosa que les pudiera suceder si accedían a ir
con él.
Habiendo
oído esto el Mandador se ocupó por sí solo del asunto. De un momento a otro, a
lo lejos divisó un gran Toro negro que parecía estar chingo. Entonces decidió
ir a traerlo para guardarlo con los demás animales. Los Sabaneros que también
lo habían visto le suplicaron que no fuera ya que podría ser peligrosos, ante
sus ojos ese animal no parecía ser señal de buen presagio. Pese a todos los
ruegos, el Mandador siguió adelante ignorando las suplicas de sus compañeros,
considerándolos cobardes.
El
tiempo siguió transcurriendo y el Mandador no regresaba, los demás hombres que
esperaban su regreso, al ver que caía la noche decidieron ir a sus casas,
esperando que al siguiente día su compañero estuviera de vuelta en la hacienda.
Pero este hecho jamás se dio, el Mandador no volvió a aparecer en la hacienda.
Lo sucedido dio paso a especulaciones entre todos los trabajadores del lugar,
consideraban que quien se lo había
llevado era el maligno, engañándolo al tomar la forma de Chingo negro todo esto
al ver su soberbia y apatía con la religión.
En
la actualidad todavía hay personas que aseguran, que eventualmente escuchan al
Mandador persiguiendo al Toro chingo que al parecer nunca logró alcanzar y, que
durante la celebración religiosa de Viernes Santo más o menos a las 3 de la
tarde pueden brevemente vislumbrar a dos sombras que se asemejan a un jinete
persiguiendo a un Toro chingo con ojos que brillan como brasas y enormes
cornamentas adentrándose a la montaña y, seguido a esto se escucha el grito de
un Sabanero que corre ganado seguido del estridente mugido de un toro.
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Mandador: Persona que cuida la hacienda y ayuda a su patrón en su administración. Capataz.
Chingo:
Que tiene el rabo corto o que carece de él.
Sabanero:
Hombre encargado de sabanear.
Sabanear:
Recorrer la sabana para vigilar el ganado o reunirlo.
