02 Relatos ecuatorianos: Alma en pena [Leyendor]
Relatos
02 Alma en pena [Leyendor]
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Cada día trabajaba
con gran esfuerzo para poder llevar el pan a la mesa de su hogar; mismo en el
que este humilde hombre se desempeñaba como padre y madre para sus hijos, ya
que su esposa había fallecido algunos años atrás. A la medianoche de cierto
día, mientras el buen hombre trataba de conciliar el sueño que muchas veces le
había sido casi imposible lograr, debido a la situación de su vida, escuchó que
una voz algo ronca lo estaba llamando. Sin embargo, hizo caso omiso de este
suceso.
Llegado el
siguiente día, luego de haber cumplido con su respectivo trabajo diario, dejó a
sus hijos seguros en casa, ya que había decidido salir esa noche a reunirse con
unos compadres que se encontraban disfrutando de la festividad del pueblo.
Al momento de
regresar a casa, en el trayecto de la misma, de pronto apareció una sombra que
adquiría la forma de un hombre; pero el humilde señor no se asustó con esta
aparición porque era de su conocimiento que las personas regresaban a altas
horas de la noche a sus hogares por motivo de las festividades. Es decir, en
ese momento confundió a la sombra con algún habitante del pueblo.
Por lo que, este
hombre, lejos de asustarse debido a la repentina aparición de su compañero de
carretera, lo saludo estirando su mano y a su vez le inquirió la siguiente pregunta:
- ¿Qué deseas amigo?-; a lo que la sombra frente a él le respondió: - Amigo, no
soy de este mundo-, mientras hablaba aquella aparición, su voz cada vez sonaba
más y más grave.
Este aparecido le
contó al campesino que su alma no tenía descanso porque no había tenido un
entierro apropiado, según demandaban sus costumbres y, por ello no podía estar
en paz. Sabía que para poder estar al fin en paz tenía que deshacerse de lo que
le estaba reteniendo en el mundo de los vivos, quería dejar de penar en aquel
mundo que hace tiempo había abandonado.
Después de
contarle sobre él, la “sombra” le pidió al campesino que le siguiera: Este
último lo siguió con gran valor y deseo de ayudarle, a pesar de haber escuchado
sobre su naturaleza real. Entonces, al llegar a un sitio que estaba junto a un
gran árbol en la montaña, la sombra le solicitó que excavara. Además, añadió
que todo lo que encuentre allí podía quedárselo; como agradecimiento a la ayuda
que le estaba brindando.
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Autora: Dey Jess